Policía de Chiapas viola a una mujer en la cárcel; autoridad desoye denuncia
El policía violador de Raudales Malpaso: alcohol, defensa del sustento y la cárcel
Patricia Chandomí
Tuxtla Gutiérrez
El día sábado 11 de mayo a las 6 de la tarde en la Zona Centro de Raudales, Malpaso, municipio de Mezcalapa,
Chiapas
la señora Ruth de 32 años, madre de dos niñas, regresaba de casa de su
cuñada donde habían celebrado una fiesta, iba con su esposo con destino a
la ranchería donde viven; Ruth se guardo adentro de la blusa la cartera
del esposo, su celular y un reloj debido a que éste quería seguir
tomando.
Su esposo le dio de empujones y gritos para que le diera la cartera y
ella le contestaba que ese dinero que había ahí, era para que comieran
sus hijos que no lo gastara en alcohol, los gritos y jaloneos hicieron
que los vecinos se quejaran ante la policía municipal. Ruth y su esposo Daniel fueron llevados a la cárcel municipal por
escándalo en la vía pública, ya en la celda, el comandante Audencio
Sánchez Morales golpeó a Daniel, el esposo de Ruth para que le diera su
cartera, éste le dice que la tiene su esposa, entonces la policía María
del Carmen López Altunar la golpeó y le arrebató sus pertenencias que
guardaba celosamente bajo su blusa. Después Ruth fue trasladada a una celda que funciona como dormitorio de
los policías, porque había colchonetas, sábanas y ropa de los elementos,
ahí fue encerrada por la policía María del Carmen quien después de
encerrarla hasta apagó la luz, yo empecé a gritar que quería agua y la
policía me decía “verga es lo que quieres”.
Inicia el acoso sexual
Al poco tiempo de estar encerrada, dos elementos policiacos entraron a
orinar a la celda “uno de los policías que entró a orinar fue Miguel
Hernández Gómez, me acuerdo que se bajó el pantalón y me enseñó su pene y
me dijo quietecita sino te vas a comer todo esto, agarrándose el pene;
cuando vi que entraban a cada rato a orinar les reclamé y me dijeron
-nos vale madre si te molesta este es nuestro dormitorio-” cuenta Ruth. Pasada una media hora, Ruth tenía ganas de ir al baño y al sentarse en
la taza del baño se percató que el policía Miguel la estaba grabando con
un celular.
Me da mucha vergüenza contarlo pero quiero que lo sepan

“Oriné rapidito y con mucho miedo, sabía que me querían hacer algo,
agarré unas pastillas de esas que le ponen a los baños, me dije si me
intenta hacer algo se lo echo en los ojos, y me subí a una plancha de
cemento de la celda, donde habían unas llantas estuve en vela toda la
noche y escuché la alarma del celular de mi esposo que estaba en la
comandancia, donde estaba yo detenida, suena a las 4 y media que es la
hora en que yo me levantó para hacerle el desayuno a mi marido” narra
Ruth. “A esa hora el policía Miguel apaga el celular de mi esposo y escupe las
esposas que servían de candado de la celda donde estaba para que no
rechinaran y nadie se diera cuenta que estaba entrenado a la celda, yo
tenía tanto miedo y no me quería bajar de la plancha, entonces me
alumbra con su celular que se puso cerca de la cara, ahí le pude ver la
cara, me dice bájate o te bajo, y me empieza a jalar de los pies, a
golpearme las piernas, tenía miedo de caer de la parte alta de la
plancha y me bajé, y él policía de inmediato me agarro del pelo, me tiró
me rompió la falda, un short que traía, el calzón, se me montó y me
metió su pene en la vagina varias veces” dice Ruth antes de agarrarse la
cabeza y llorar. “Mi esposo desde su celda gritaba que me dejaran en paz, otro detenido
de nombre Madaín también le gritaba al policía que me dejara, que no se
valía que se valiera de su autoridad para hacerme eso”. “Me grabó con su celular, un blanco con café, me hizo tantas cosas feas y
yo le dije Dios me va a dar fuerzas para denunciarte y el cínico me
dijo: a muchas se los he hecho y no sé porque tú te aprietas como una
niña, yo lo escupí en la cara y él me dio un manotazo y me dijo te voy a
subir a las redes sociales si no cooperas, yo me tapaba la cara con mi
blusa”.
“Me da mucha vergüenza contar todo lo que me hizo pero quiero que se
sepa, quiero que se sepa porque eso nos lo han hecho a muchas mujeres, y
no denunciaron por vergüenza, callaron y yo no me voy a callar eso que
viví no quiero que ninguna otra mujer lo viva” cuenta Ruth enérgica.
No puede denunciar
Ruth denuncia al policía con el nuevo turno de policía que era una
mujer, a esta policía se le acerca la otra policía María del Cramen y le
dice que no hiciera caso Ruth que estaba loca.
¿Y la Norma 046 para la Secretaria de Salud?
“Yo tenía un sangrado y unos dolores muy fuertes, estaba yo embarazada y
mi esposo se lo gritaba al maldito, pero no hizo caso, me llevaron al
médico por intervención de otra policía, una chaparrita, yo quería
gritar lo que me habían hecho, quería decirle del centro de salud, pero
ahí enfrente tenía yo a dos policías, jamás me dejaron sola, tenía
miedo, y el médico aunque me vio todo golpeada nada más me inyectó y me
dijo que ya se me iba a quitar el dolor”.
Fue cuando entró el otro turno de policía que Ruth dijo lo que le habían
hecho y uno de los elementos le dijo “señora, si fue así denuncie”, esa
tarde, el suegro de Ruth logró localizarlos porque no llegaron a
dormir, al señor le pidieron 2 mil 700 pesos, 2 mil le entregó en la
calle a una esposa de un policía y 700 pagó en la comandancia para que
su hijo y su esposa quedaran libres.
La pareja recibió la cartera sin dinero, los policías robaron los 700
pesos, el reloj y el celular, Ruth para ese entonces, tenía dolores
insoportable, derivado de un aborto provocado a raíz de la violación.
El día lunes Ruth acudió a la presidencia municipal, ahí la atendió el
secretario municipal José Antonio González Vega quien después de
escucharla le dijo “espero ahorita la voy a acompañar a poner su
declaración” y después de tres horas el funcionario jam
ás apareció.
Machismo y ausencia de protocolos para atender violaciones sexuales
Ruth fue a interponer la denuncia ante el Ministerio Público que se
contempla en el acta Administrativa 192/CE24/2013 ahí el médico Jorge
Ramírez Martínez de la subdirección de servicios periciales de la
Procuraduría General de Justicia del Estado, Fiscalía del Distrito
Centro la “revisó”.
“Yo le decía mire me duele aquí, él ni siquiera levanto la vista para
verme, sólo encendía un cigarro tras de otro, nada más me manoseo pero
nunca me reviso” señala Ruth.
El examen firmado por Ramírez concluye “ligero sangrado por menstruación
terminal, no hay datos de lesiones paragenitales y proctológico sin
datos de importancia”.
“En el examen sicológico la sicóloga de la Procu iba muy bien, me
atendía y escuchaba con mucha atención y cuándo le conté que eso me lo
había hecho un policía, le cambió hasta la cara, rápido me cortó” dijo
Ruth.
El representante legal de Ruth, el abogado Rafael Cruz Vázquez dijo que
el protocolo para estos casos era que le hicieran un exudado vaginal,
sin embargo, no se lo hicieron.
Tenemos pruebas
“Nosotros tenemos pruebas, primero el testimonio de la señora, de los
testigos el esposo y del otro detenido, tenemos la prenda interior con
muestras de semen; y tenemos pruebas de que la señora tuvo un aborto a
raíz de la violación; tenemos fotos de los golpes, lo que no nos ayuda
son los dictámenes médicos, a pesar de que fueron revisiones sencillas”
manifiesta el abogado.
Desde que los elementos se enteraron de la denuncia, en la esquina de la
casa de la señora Ruth siempre hay una patrulla de la policía municipal
de Mezcalapa.
Ante la dilación de justicia para la señora Ruth, ésta puso una queja
ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos, misma que hasta la fecha
sigue tan lenta como la justicia misma para la señora Ruth.
Mezcalapa
Es uno de los municipios de la región del mismo nombre, fue creado
durante el gobierno de Juan Sabines en el 2011, sus pobladores aseguran
que funcionan sin reglamentos, ni capacitación, el presidente municipal,
Fernando Ugarte González va contratando gente según su criterio, como
se alcanza a apreciar en su deficiente equipo policiaco.